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Vértigo posicional paroxístico benigno

Article Summary

El vértigo posicional paroxístico benigno (o VPPB) es la causa más común de vértigo, y el vértigo es un síntoma que causa falsa sensación de movimiento giratorio. 

El VPPB ocurre cuando algunos de los cristales de carbonato de calcio (otoconias) salen de una membrana gelatinosa ubicada en el utrículo, donde debieran estar incrustados; se desprenden, y migran a uno o más de los 3 canales semicirculares, donde no se supone que deberían de estar. Esto provoca episodios breves de vértigo desencadenados por movimiento y cambios de posición. El VPPB puede tratarse con una serie de maniobras de forma eficaz, siempre por un profesional de la salud calificado. 

¿Qué es el VPPB?

El vértigo posicional paroxístico benigno (o VPPB) es la causa más común de vértigo, (una falsa sensación de movimiento giratorio) 1

  • Benigno: no pone en peligro la vida 
  • Paroxístico: viene en ataques breves y repentinos
  • Posicional: se dispara por ciertas posiciones o movimientos de la cabeza
  • Vértigo: una sensación falsa de movimiento giratorio

¿QUÉ SUCEDE DURANTE UN EPISODIO DE VPPB?

El VPPB es un problema mecánico en el oído interno. Ocurre cuando algunos de los cristales de carbonato de calcio (otoconias),  normalmente incrustados en una membrana gelatinosa dentro utrículo, se desprenden de aquí y migran a uno o más de los 3 canales semicirculares, donde no se supone que deberían de estar. Cuando suficientes de estas otoconias o partículas de ellas, se acumulan en alguno de los canales, interfieren con el movimiento normal del fluido que estos canales utilizan para detectar el movimiento de giros de la cabeza; esto hace que el oído interno envíe falsas señales al cerebro, como si un movimiento giratorio estuviera ocurriendo.

El líquido en los canales semicirculares normalmente no reacciona a la gravedad. Sin embargo, las otoconias sí se mueven con la gravedad, cuando las otoconias entran a los canales semicirculares, provocan una especie de turbulencia en el fluido  que normalmente debería de estar quieto. Al moverse este líquido, las terminaciones nerviosas en el canal se excitan y envían un mensaje al cerebro de la cabeza está girando, aunque no lo esté. Esta falsa información de movimiento no coincide con lo que el otro oído está sintiendo, con lo que los ojos están viendo, o con lo que están haciendo los músculos y las articulaciones; es entonces cuando este error de información se percibe por el cerebro como una sensación de giro (vértigo), que normalmente dura menos de un minuto. Entre estos episodios breves de vértigo, algunas personas se sienten libres de síntomas, mientras que otras, sienten algún tipo de inestabilidad o desequilibrio.

Es importante saber que el VPPB NO le dará mareos constantes distintos a los episodios ocasionados por el movimiento o cambios de posición en su cabeza. NO afectará su audición ni producirá desmayos, dolores de cabeza o síntomas neurológicos como entumecimiento, “alfileres y agujas”, problemas para hablar o problemas para coordinar sus movimientos. Si tiene alguno de estos síntomas adicionales, informe a su médico de inmediato; ya que otras causas pueden ser inicialmente mal diagnosticados como VPPB. Al alertar a su médico sobre otros síntomas adicionales, éste podrá re valorar y considerar si puede tratarse de otro tipo de trastorno, ya sea en lugar, o además del VPPB.

¿A QUIÉN AFECTA?

El VPPB es bastante común, su incidencia se estima en 107 por cada 100.000 personas al año 2 con una prevalencia del 2,4 por ciento a lo largo de la vida 3. Se cree que es extremadamente raro en niños, pero puede afectar a adultos de cualquier edad, especialmente a las personas mayores. La gran mayoría de los casos ocurren sin razón aparente, y muchas personas describen que simplemente una mañana se levantaron de la cama y la habitación comenzó a girar. Sin embargo, se han hecho asociaciones con traumatismos, migrañas, infecciones o enfermedades del oído interno, diabetes, osteoporosis, intubación (posiblemente debido al largo tiempo de permanecer acostado en cama) y reducción del flujo sanguíneo. También puede haber una correlación con el lado sobre el que prefiere el paciente recostarse a la hora de dormir 4.

¿DÓNDE DEBO BUSCAR AYUDA?

Su médico general o familiar puede sospechar VPPB a partir de los síntomas que está describiendo, ya que es muy comúnmente desencadenado por: darse la vuelta en la cama, levantarse y recostarse, inclinar la cabeza para mirar hacia arriba, agacharse y realizar otros movimientos rápidos con la cabeza. Sin embargo, algunos médicos puede no estar familiarizados con las pruebas o el tratamiento del VPPB, o quizás solo tengan experiencia con el manejo de la forma más común de VPPB, pero no con las variantes más raras de VPPB. Los médicos generales habitualmente derivan a los pacientes a un profesional médico específicamente capacitado para tratar los trastornos vestibulares; o bien a un terapeuta en rehabilitación vestibular (generalmente un fisioterapeuta especialmente capacitado, o bien a un terapeuta ocupacional, o a un audiólogo) o bien, derivarlo con un otorrinolaringólogo (especialista en oído, nariz y garganta) que se enfoca también en trastornos vestibulares. Lamentablemente, no todos los médicos son conscientes de que hay un tratamiento altamente efectivo disponible y terminan por decirle a los pacientes que tienen que vivir con esta afección y esperan que se reduzca, o se resuelva por sí sola, lo cual no es lo más adecuado en las líneas del tratamiento para el VPPB 5.

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?

Los estudios de imagen (por ejemplo, una resonancia magnética) no son efectivos para diagnosticar el VPPB, ya que no es posible visualizar los cristales que han migrado hacia los canales semicirculares. Sin embargo, cuando a alguien con VPPB se le mueve la cabeza en una posición específica que haga que los cristales desprendidos se muevan dentro de un canal, las señales erróneas enviadas hacia el cerebro, hacen que los ojos se muevan en un patrón muy específico, llamado “nistagmo” durante apenas unos segundos.

La relación entre los oídos internos y los músculos oculares, es lo que normalmente permite que mantengamos enfocado el entorno mientras movemos la cabeza. Dado que las otoconias desprendidas hacen que el cerebro piense que una persona se está moviendo cuando no lo está, hace que los ojos se muevan por error, y esto hace que parezca que la habitación está girando. Este movimiento ocular es la pista de que algo mecánicamente está moviendo el líquido en los canales semicirculares. 

El nistagmo tendrá diferentes características que permiten a un profesional capacitado identificar en qué oído; y específicamente en qué canal semicircular se encuentran los cristales desprendidos. Las pruebas diagnósticas como Dix-Hallpike o Roll Test, implican mover la cabeza en orientaciones específicas, que permiten que la gravedad mueva las otoconias que se han desprendido, y esto desencadene el vértigo mientras su médico observa los movimientos oculares provocados.

Hay dos tipos de VPPB: uno donde los cristales sueltos pueden moverse libremente en el líquido del canal (canalitiasis) y, más raramente, uno donde se cree que los cristales están “colgados” o “pegados” en el haz de nervios que sienten el movimiento del fluido (cupulolitiasis). Con la canalitiasis, los cristales tardan menos de un minuto en dejar de moverse después de que un cambio particular en la posición de la cabeza haya desencadenado vértigo. Una vez que los cristales dejan de moverse, el movimiento del fluido se asienta y tanto el nistagmo como el vértigo se detienen. Con la cupulolitiasis, los cristales adheridos en el haz de nervios sensoriales harán que el nistagmo y el vértigo duren más tiempo, hasta que la cabeza se mueva fuera de la posición que lo desencadena. Es importante hacer esta distinción, ya que el tratamiento es diferente para cada variante.

¿CÓMO SE TRATA?

Aunque a muchas personas se les administran medicamentos para el VPPB, no hay evidencia que respalde su uso en el tratamiento de esta afección 6. En circunstancias extremadamente raras, se consideran opciones quirúrgicas. Sin embargo, afortunadamente, en la gran mayoría de los casos, el VPPB se puede corregir mecánicamente. Una vez que su médico o terapeuta sepa en qué canal (es) se encuentran los cristales, y si se trata de canalitiasis o cupulolitiasis, entonces pueden llevarlo a través de la maniobra de tratamiento adecuada. Las maniobras hacen uso de la gravedad para guiar los cristales de regreso a la cámara donde se supone que deben estar a través de una serie muy específica de movimientos de la cabeza llamados: Maniobras de Reposicionamiento Canalicular. En el caso de la cupulolitiasis, utilizarían un movimiento rápido de la cabeza en el plano del canal afectado para tratar de desalojar primero los cristales “colgados”, llamado maniobra liberadora, y luego guiarlos hacia afuera como se describió anteriormente.

Una maniobra que se utiliza para la ubicación y el tipo más comunes de VPPB se llama maniobra de Epley. Sin embargo, eso no funcionará para todas las presentaciones de VPPB. A menudo, las personas han probado la maniobra de Epley ellos mismos o se la han realizado sin éxito; cuando esto ha ocurrido, una evaluación posterior revela que en realidad es una maniobra diferente la que debería haberse realizado, o que no es VPPB en absoluto. Esta es la razón por la cual se debe tener precaución con el autotratamiento o con ser tratado por alguien que no está completamente capacitado para identificar las muchas variantes diferentes del VPPB y las respectivas maniobras de tratamiento. Además, antes de realizar pruebas o tratar el VPPB, el proveedor de atención médica debe realizar una exploración neurológica cuidadosa, una evaluación del cuello y otras investigaciones relacionadas con la seguridad para determinar si es necesario modificar o evitar ciertos elementos del procedimiento. Esta es otra razón fuerte para tener precaución con el autotratamiento o el tratamiento por quien no esté debidamente capacitado.

¿QUÉ SUCEDE DESPUÉS DEL TRATAMIENTO?

Se han realizado muchos estudios sobre la efectividad de las maniobras de tratamiento para el VPPB, con resultados que muestran tasas de resolución hasta del 90% por 1-3 tratamientos 7 (la cupulolitiasis, que es más rara, puede ser un poco más terca, al igual que cuando el VPPB es el resultado de un trauma o accidente). Es posible tener más de un canal involucrado, especialmente después de un trauma, en cuyo caso su terapeuta vestibular generalmente tendría que ir corrigiendo la posición de los cristales, desde cada canal a la vez. Se le puede recomendar a usted que evite ciertas posiciones de la cabeza durante unos días después del tratamiento. Sin embargo, las investigaciones actuales sugieren que las restricciones posteriores a la maniobra no afectan significativamente los resultados 8. Incluso después de que los cristales vuelvan a estar en la cámara correcta y la sensación de giro se haya detenido; los pacientes pueden sentir a menudo cierta sensibilidad residual al movimiento y un poco de inestabilidad, por lo que es importante hacer un seguimiento con su médico o terapeuta vestibular, para que puedan evaluar esto y proporcionar algunas técnicas de ejercicios en el hogar que generalmente corrijan esto con prontitud.

¿VOLVERÁ?

Desafortunadamente, el VPPB es una condición que puede volver a ocurrir periódicamente, con tasas de recurrencia a largo plazo tan altas como el 50% dentro de los 5 años 9, especialmente en aquellos cuyo VPPB está relacionado con un trauma. Si parece que siempre vuelve a ocurrir en el mismo canal y si se considera seguro, su terapeuta puede enseñarle a realizar alguna maniobra de tratamiento específica que pueda realizar usted mismo. Sin embargo, puede ser difícil de realizar, por lo que muchas personas prefieren volver a con su médico o terapeuta vestibular para confirmar que están experimentando el mismo problema y; de ser así, determinar qué maniobra está indicada para proporcionar el tratamiento adecuado. Hay otras condiciones que pueden imitar el VPPB, y debido a que hay tantas variantes, la maniobra que funcionó una vez no necesariamente va a ser el tratamiento que se indica la próxima vez que vuelva a ocurrir.

CONCLUSIÓN

El VPPB es un problema común y se encontrará cada vez más a medida que nuestra población envejezca. El impacto puede variar desde una molestia leve hasta una condición altamente debilitante, y puede afectar la función, la seguridad y el riesgo de caída. Afortunadamente, los síntomas tienden a disminuir con el tiempo a medida que el cerebro se adapta lentamente a las señales anormales que está recibiendo, o porque la afección se resuelve espontáneamente. Sin embargo, con un profesional de la salud que esté debidamente capacitado en la evaluación y el tratamiento del VPPB, la mayoría de los pacientes están satisfechos de que su problema puede corregirse fácilmente, para que su mundo pueda dejar de girar.

Por Sheelah Woodhouse, BScPT

Traducido por Johan Galeano y Dr. Jorge Madrigal

References

  1. Bhattacharyya N et al. Guía de práctica clínica: vértigo posicional paroxístico benigno. Otolaryngol Head Neck Surg. 139(5 Suppl 4):S47-81, 2008.

  2. Froehling DA, Silverstein MD, Mohr DN, et al. Vértigo posicional benigno: incidencia y pronóstico en un estudio poblacional en el condado de Olmsted, Minnesota. Mayo Clin Proc 1991;66:596–601.

  3. von Brevern M, Radtke A, Lezius F, et al. Epidemiología del vértigo posicional paroxístico benigno: un estudio poblacional. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2007;78:710–5.

  4. Shigeno K, et al. Vértigo posicional paroxístico benigno y posición de la cabeza durante el sueño. J Vestib Res. 2012: Ene 1;22(4):197.

  5. Bhattacharyya N et al. Guía de práctica clínica: vértigo posicional paroxístico benigno. Otolaryngol Head Neck Surg. 139(5 Suppl 4):S47-81, 2008.

  6. Fife TD, et al. Practice Parameter: Therapies for benign paroxysmal positional vertigo (an evidence-based review): Report on the Quality Standards Subcommittee of the American Academy of Neurology . Neurología 2008;70:2067-74.

  7. Parnes LS, et al. Diagnóstico y manejo del vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB). CMAJ. 2003 169(7):681-693.

  8. Nuti D, Nati C, Passali D. Tratamiento del vértigo posicional paroxístico benigno: no hay necesidad de restricciones postmaneuver. Otolaryngol Head Neck Surg 2000;122:440-4.

  9. Fife TD, et al. Practice Parameter: Therapies for benign paroxysmal positional vertigo (an evidence-based review): Report on the Quality Standards Subcommittee of the American Academy of Neurology . Neurología 2008;70:2067-74.